La ida de Bogotá y el nuevo camino en Quito

     Ay Bogotá, una ciudad llena de muchas cosas por conocer, gente amable, un frío que te hace cagar y música mucha música por escuchar, pero como te odio Bogotá.

Vamos a Diciembre, cumplía un mes en Bogotá, un mes fuera de mi país y un mes en mi nueva vida. Diciembre, un mes que más allá de ser el número 12 del año es un mes en el cual yo estaba acostumbrado a pasarlo con mis amigos desde el 16 de Diciembre hasta el 1 de Enero ¿Qué hacíamos? Viajar, beber, compartir como una familia y ser unos jóvenes sin miedo a la resaca. Este Diciembre fue bastante diferente, lejos de casa, lejos de mi familia y lejos de mis amigos, por suerte estaba con Sofia, Massiel, Angie, Orlando, William y Lorraine.

Creo que mi etapa más depresiva en lo que va de la ida de Venezuela a sido desde el 20 de Diciembre de 2015 hasta el 15 de Enero de 2016, un sueldo de mierda, sin dinero, sin internet, sin renta en el celular, sin pc, sin poder editar mis fotos y sin otras cosas materiales más (Si, soy una persona materialista). Ustedes se preguntarán ¿Por qué el 15 de Enero se acabó? Bastante simple, conseguí trabajo en Quito.

Si ya han leído mis post anteriores sabrán que Quito era mi meta migratoria número 1, Bogotá sencillamente fue una pasada de probar suerte y creo que tuve la suficiente como para entender la ciudad en cierto punto y llegar a odiarla con bases concretas, empezando por el transmilenio y el clasicismo tan absurdo que existe en esta ciudad, levantarse a las 5:45 am con 6°C y tener que ir corriendo a la estación de transmilenio del Campín o de la Universidad Nacional para estar ahí a las 6:00 am y durar una hora en ese bus lleno en 120% de su capacidad es algo que de verdad no le deseo a nadie.

Vayamos al 12 de Enero, ese día tuve una entrevista de trabajo con unos ecuatorianos que actualmente son mis jefes y amigos, una empresa de publicidad que estaba naciendo y quería incluirme en su equipo de trabajo por que les sorprendió mi CV. Esta entrevista se dio por skype en Kafetta, mientras Angie trabajaba, las palabras mágicas fueron: «Jesús estás contratado, te queremos aquí lo antes posible» había visto una luz en el túnel de Bogotá, un túnel que me estaba llevando solo a una cosa: Devolverme a Venezuela. Ya estaba contratado en otro país, donde no conocía nada, solo a Daniella y a Pepe, pero equis, como siempre digo «Que sea lo que el metal quiera» ahora venia la parte lógica ¿Con qué plata me voy a Quito? Mis ahorros se habían esfumado, solo dependía de un sueldo que me iban a dar a final de mes, un sueldo el cual no me pagarían según lo acordado en la entrevista de trabajo (1.200.000 de pesos en Enero), debía 50.000 pesos, tuve que inventarme una excusa, ya que en mi trabajo me habían jugado mal lo del sueldo pues no me sentí tan mal jugandoles con que me adelantaran mi sueldo por que debía ir a Venezuela a buscar mi titulo universitario par que me aumentaran el sueldo, así empienza la última semana en Bogotá.

Jueves 21 de Enero de 2016

Llegué del trabajo echo mierda, con el animo por el piso, sin dinero, solo tenia 10.000 pesos, no me alcanzaba ni para comprar mi comida de hoy y mañana, solo opté por comprar 2 pedazos de pizza de 2.000 pesos, uno para hoy y otro para mañana a esperar que me pagaran, mañana Viernes también tenia una entrevista de trabajo para ser editor de vídeo en una agencia de publicidad que era increíble, debía tener 8.000 pesos para ir y venir de mi trabajo e ir a la entrevista. Ese día Andres Quila, un buen amigo que hice gracias a Massiel que por cierto es uno de los mejores fotografos que he conocido en mi vida nos invito a Quiebra Canto yo dije: «Aaaah, eso llegamos a las 00:00» Pero pues no, terminé llegando a mi casa a las 5:00 AM ebrio y tenia que estar a las 6:00 como un clavel en el transmilenio para ir a mi trabajo. Como sabrán no me desperté ni de verga y terminé llegando a mi trabajo a las 11:00 am y tenia la entrevista a las 2:30 pm (Qué grande ¿Verdad?).

Mientras iba al trabajo creo que Bogotá me empezó a despedir de cierta manera, yo ya estaba claro que esa era la última vez que iba a tomar un transmilenio desde el Campín hasta el C.C. Santa Fe en mi vida. En camino a la estación me encontré con esto y en el bus se subió un señor a cantar boleros, no me podía quejar de mucho solo de la resaca tan infernal que tenía. Llegué al trabajo hice lo que tenia que hacer (Que no era mucho, ya había adelantado todo en la semana) y pues obvio me iba a quedar como hasta las 7:00 pm. Me pagaron 3 semanas de sueldo algo cercano a los 450.000 pesos (Una miseria), vi el papel que me habían firmado para sacar mi visa de trabajo la cual nunca me terminaron de ayudar a tramitar ‘because’ Bogotanos y sabía que era la última vez en mi vida que los iba a ver en persona, que iba a estar en esa oficina y que ese era mi último día de trabajo en Bogotá, el detalle es que ellos no lo sabían, si, fui algo hijo de puta al irme sin renunciar, pero tenerme con un sueldo mínimo y engañado con que me lo iban a aumentar en enero sumándole que no les dio la gana de ayudarme con la visa pues cuando me dijeron que si lo iban a hacer pues…

El caso es que salí y me compre una galleta de chispas de chocolate para celebrar que a partir de ese día me estaba metiendo en una aventura que no tenia ni idea de donde iba a parar. Angie ya se había mudado y me llamó mientras caminaba por el elevado de transmilenio del C.C. Santa Fe me dijo ¿Hasta ahorita salió del trabajo? (Eran las 7:00 pm) el caso es que me fui a la casa, llegué a Kafetta, le escribí a Cheo que recién habían llegado a Bogotá para vernos e ir al Parkway a tomarnos una botella de  Nectar Rojo. Nos encontramos y procedimos a lo establecido a lo que Angie me llama y me dice que vayamos a su casa que estaba tomando con una de sus Roommates. Llegamos y al rato llegó William con 2 amigos de él, tenían una botella de whisky barato y cuando se la terminaron dijeron para ir a algo que se llama Asilo, era un bar o algo así. Llegamos, por la entrada nos dieron una Poker y pues terminamos bailando con gente que no tengo ni idea de quien era, salí con Cheo a fumarnos un cigarro y apareció un Caraqueño que estaba de guía turístico de una Japonesa (???) nos identifico a lo que nos preguntó ¿Ustedes son gochos? Después salieron los demás y se dio cuenta que eramos una manada de andinos. En ese bar uno de los amigos de William cuadro con otra gente para ir a un bar en la Av. Caracas, Diego (Un amigo de William) Cheo y yo no teníamos más plata así que fuimos hasta mi casa a pie a buscar más plata. Nos montamos en un taxi y terminamos en un bar clandestino de la Av. Caracas a lo que estaban saliendo unas mujeres muy borrachas y vieron a Diego y literal lo agarraron de la franela y le gritaron «Marica, yo nunca en mi vida había visto un man como este», se fueron y subimos. Eran una cosa bastante extraña, había un vídeobeam y mucha gente, el grupo de personas que nos invitó para allá eran una bogotana, una española, un peruano que hablaba españolete, un dominicano que era actor y otra gente que no recuerdo, el caso es que eramos como 12. Al rato dicen que vayamos a la 7ma con 51 (Cerca de mi casa) que fuéramos a casa de la española, eran las 5:00 am o algo así. Yo ya estaba ebrio así que no importaba mucho, pedimos más licor, era una terraza en plena 7ma de Bogotá, era genial. Si no me equivoco creo que pedimos 5 cajas de aguardiente en 4 horas. Se comunicaban con otra terraza que andaba en el mismo plan por cartones con cosas escritas como «Aquí hay guaro». Cheo se había quedado en mi casa cuando fuimos a buscar dinero y Diego se había ido, el único conocido era William. Creo que a eso de las 10:30 am me doy cuenta que ya mi ebriedad era digna de un primero de Enero, por lo que opté por irme a mi casa, ellos se querían ir a una fiesta en la calle 80 que empezaba a las 11:00, yo paso.

Caminé hasta mi casa, solo tenia que bajar 20 calles y virar a la derecha, me perdí 30 minutos. Pude llegar y Cheo y Massiel me dicen que estoy pálido (No era para más) yo no había visto a Massiel y Sofia desde el jueves que salimos. El caso es que dormí, me desperté como a las 8, me comí un tamal de Protamales y fui a casa de Angie, allá estaba Sofia y me pidió que le llevara una chaqueta de pines. En el camino me di cuenta que no estaba en estado optimo para salir de la casa, pero ya estaba a mitad de camino. Volvimos a Kafetta y yo me fui a dormir de nuevo. Como a las 2:00 am llegó Massiel con Quila y me invitaron a ir a no se donde así que me fui por que la vida es muy corta para decirle que no a una fiesta a las 2 de la mañana. Fuimos a varios sitios y terminé en mi casa a eso de las 5:00 am pero para sorpresa mía no estaba ebrio, solo me había tomado 2 cervezas. Creo que tenia desde que salí de Venezuela sin beber como un degenerado sin sentido.

Llegó el Martes y fui al terminal de buses, pedí un pasaje a Quito que me costo 250.000 pesos y me di cuenta que no me quedaba mucho dinero para llegar a Quito. Hice un pequeño mercado el Jueves y ese día me despidieron los muchachos, tuve la vergüenza de pedirle 100.000 pesos prestados a Quila y me los prestó al otro día. Estaba con Diego en la casa y le dije que me acompañara a cambiar los pesos a dolares, para mi sorpresa solo tenia 40 dolares para llegar a Quito y aguantar hasta el 15 de Febrero a mi primera quincena. Sin más ni menos me monte en el bus y me vine a Quito. Me recibió Pepe a eso de las 7:00 am en la Av. De los Shyris que es donde está la terminal de Ormeño. Nos montamos en el taxi y me pregunto ¿Ud. cuanta plata se trajo? Me cague de risa y le dije «Pues no se cuanto me cobre el taxi hasta su casa, pero creo que son unos fuertes 40 dolares».

El primero de Febrero ya estaba en mi nuevo trabajo, conociendo a mi nuevo equipo de trabajo quienes para ese entonces eran unos completos desconocidos, pero pues ya estaba ahí, creo que todavía tenia resaca de mi última semana en Bogotá, pero a sido la mejor resaca que he vivido, creo que la merecía, mi mente merecía una resaca tan misera como esa.

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